He aprendido a no esperar nada de la vida, todos deberíamos hacerlo realmente es una ayuda. Te ayuda a no desilusionarte. Aunque a veces, es cierto, no puedes evitar ilusionarte, el ser humano es así por defecto nos ilusionamos y nos desilusionamos a ritmos vertiginosos aunque no queramos aunque, como yo, digamos que no nos vamos a ilusionar por nada nunca más es todo mentira. Me seguiré ilusionando y, por consecuencia, desilusionándome, es un hecho.
No existe desilusión en la vida que te evite ilusionarte de nuevo.