Su cuerpo estaba totalmente congelado y cada bocanada de aire era como auto clavarse cientos de puñaladas en todo su cuerpo. Pero seguía nadando, tenía que llegar como fuese. Solo un pensamiento inundaba su mente. Un rostro ocupaba sus pensamientos. Veía sus ojos como si los tuviera delante y con cada brazada en ese agua congelada significaba estar medio metro mas cerca de ella.
Con cada metro recorrido se veía a sí mismo colocando su pelo rubio detras de su oreja y acariciandole su preciosa cabellera. Cada vez que creía que no podía mas, que esa era su última bocanada de aire escuchaba su voz que le animaba a seguir adelante, a sobrevivir a dar una brazada más y otra y otra..
Una luz le cegó momentaneamente y le hizo perder la concentración y tragó más agua que cualquier pulmón podria soportar y le hizo hundirse en las congeladas aguas. Una ultima visión le atacó antes de que todo se volviese oscuro, era ella la mujer que ocupaba sus pensamientos le tendía una mano desde arriba y eso le hizo sacar fuerzas para dar brazadas y lograr salir a la superficie. Al respirar el helado aire del exterior su cuerpo estaba totalmente congelado e intentó nadar hacia la luz que le cegó momentos antes.
Siguió nadando sintiendo que en cualquier momento sus brazos se despedazarian congelados al agua pero esos recuerdos le hacían mas fuertes. Todos los momentos vividos con ella, una brazada, las tardes en casa viendo series, otra brazada, las horas en el coche hablando, otra brazada, las noches pasadas juntos, otra brazada, la pasión con la que yacían, otra brazada más.
La luz parecía cada vez mas cerca, iluminaba la superficie del agua, solo un par de metros mas. Las fuerzas le abandonaban quería rendirse y dejarse arraatrar por la corriente pero la voz de ella retumbaba en su cabeza, un poco más, un poco más y así hizo, solo nadó un poco mas y pudo tocar la luz, y entonces sintió como su cuerpo entraba en calor, y como toda esa sensacion de congelación, fatiga, desesperación iban siendo sustituidos por paz.
Sus ojos se cerraron y exhalo su última bocanada de aire. Sus ojos se volvieron a abrir y todo era blanco inmaculado, y una figura femenina resaltaba en toda esa situación, era ella, era un Ángel. Ahora estaba en paz, ya jamás sentiría miedo ni frío. Estarían juntos para siempre.
Para ti! Señorita Silvia Torres Slight, espero que te guste!
♥U!
